- Mamá, tienes una arruga aquí y otra allí… ¡Estás vieja! - le dijo con esa crudeza que sólo poseen los que viven en una edad infantil mientras señalaba con dedo acusador un punto muy concreto de su rostro.
- ¡Niño! ¡Eso no se le dice a una dama! - interrumpí inmediatamente lo que seguro no iba a acabar bien y para enseñarle a tener una buena postura ante la vida, como sólo un buen padre como yo es capaz de hacer – A una señora no se le dicen esas cosas tan feas. Hay que hacerle sentir bien, se lo merece, y decirle que está muy guapa, que el vestido que se ha puesto le sienta bien,…
Me miró sorprendido y se dirigió de nuevo a ella, como si yo no estuviera en la habitación: - Mamá, estás muy guapa y tu vestido es muy bonito… pero también estás muy vieja porque tienes una arruga aquí y otra allí.
- ¡Niño! ¡Eso no se le dice a una dama! - interrumpí inmediatamente lo que seguro no iba a acabar bien y para enseñarle a tener una buena postura ante la vida, como sólo un buen padre como yo es capaz de hacer – A una señora no se le dicen esas cosas tan feas. Hay que hacerle sentir bien, se lo merece, y decirle que está muy guapa, que el vestido que se ha puesto le sienta bien,…
Me miró sorprendido y se dirigió de nuevo a ella, como si yo no estuviera en la habitación: - Mamá, estás muy guapa y tu vestido es muy bonito… pero también estás muy vieja porque tienes una arruga aquí y otra allí.
2 comentarios:
CAPULLOELNIÑO
Soy Los Viajes, que no me aclaro con tu esto de Comentar como.
Me encanta tu hijo, me recuerda al libro de Frases célebres de niños en el que uno le decía a su madre: "Mamá, tienes barba en las piernas"...
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