Borrachos…

Si la copa en que libas, si el labio que oprimiste
acaban donde todo comienza y se concluye,
piensa que ahora eres el mismo que ayer fuiste,
y más allá no harías nada más que aquí hiciste.
Omar Khayyam

Aquella noche sorprendí a sucios borrachos en mugrientas tabernas contando y cantando a gritos una verdad, la suya, la única que alcanzan a comprender. Gentes enfebrecidas sin un pasado transparente o conciencia creíble que brindaban sus deshonras en brillantes copas de traición. Aves nocturnas que hasta la extenuación chupan sin pudor la sangre de aquellos que se labraron un merecido descanso y ninguna culpa tienen. Individuos que escondían vilmente bajo sus harapos un triste secreto. No lo pueden guardar, no lo saben guardar…

Aquella madrugada se me apareció de repente la memoria para recordarme en la resaca del sueño que blasfemaban, que siempre mintieron. Que sólo buscaron narcotizar su inestable moralidad con la gloria efímera que proporcionan el güisqui o el ron, la artería o el engaño. Que maldijeron lo ajeno sin vergüenzas por miedo a revelar su propia identidad, esa que les llevó por la aciaga senda en la que vegeta el extravío, tal vez la falsedad, acaso el desconsuelo…

Aquella mañana, cuando desperté del sofoco y bebí en la fuente de la tranquilidad descubrí con asombro y pesadumbre que la ficción, lo que vi y lo que soñé, aquello que quedó grabado en las paredes de mis recuerdos, supera con creces a la realidad humana, que somos como somos y que el cambio no es una prioridad en nuestras conductas.

Así nos va…

2 comentarios:

Turulato dijo...

Permanezco en silencio ante un.. recuadro blanco. Creo entender lo que leo, pero mi ánimo está tan sin él que apenas puedo hacer otra cosa que saludar y alejarme solitario

alelo dijo...

Pues el mío se levanta cuando vienes a decir algo a esta casa. Un abrazo amigo.

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