Ah, no es verdad que la vida sea dolorosa o que sea doloroso pensar en la vida. Lo que es verdad es que nuestro dolor sólo es serio y grave cuando lo fingimos tal. Si somos naturales, se pasará lo mismo que ha llegado, se esfumará como ha crecido. Todo es nada, y nuestro dolor en ello. Fernando Pessoa.
A veces, cuando miro para atrás, veo un punto de inflexión que reclama el total de mis atenciones y me enseña con dureza que en el ayer algo recto se torció para siempre. Cuando espero un poco más y reflexiono soy capaz de subir un peldaño y otear claramente que no es más que un punto en una curva que ha cambiado de sentido el gráfico que me representa. Porque lo que llamamos vida, al fin y al cabo es un plano blanco atravesado por una raya muy gorda que fluctúa, que sube o baja, en función de los destinos, de los afectos, de lo sentido, del calor del sol, del estado del viento o del capricho de un gris nubarrón. Hoy, sin embargo, debo haber subido otro escalón y ese punto se difumina en mi consciencia y es sólo un cambio morfológico que padecen las palabras que transcribo. Hoy el dictado viene relajado y no sabe - ni se preocupa por ello - a dónde va. Últimamente nunca sabe a dónde va, pero tampoco importa.
Ayer estuve lejos y comprobé que el todo viaja con uno, que no es sencillo dejar una parte en casa y creer que metiendo en la maleta la ropa que luego nos hará falta estamos preparados para lo que luego vendrá. En un bolso no tienen cabida las cosas intangibles, las invisibles, las inciertas, las que dan respuestas o generan preguntas. Ayer estuve lejos y me lleve conmigo lo que ni siquiera me atrevo a contarme. Sé que el miedo no aporta nada al hombre pero hay ocasiones que se acerca por la espalda, no lo ves venir, y te sorprende. Intuyo que hay que aprender a vencerlo, aunque no de cualquier manera. Hacerle frente con descaro puede ser una solución. Cambiarle las reglas - sus propias reglas, si es preciso -, probablemente otra. Sin dar pasos no se avanza en el camino.
Sigo buscando… Continuaré por el Todo sin olvidarme del Quién, para acabar en el Más, que es donde me encuentro a gusto.
Tengan ustedes un buen día.
2 comentarios:
"En un bolso no tienen cabida las cosas intangibles, las invisibles, las inciertas, las que dan respuestas o generan preguntas".
No, no caben. Pero está bien, ¿no? Vivir.
Será eso. Esas cosas se llevan puestas. Un beso
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