Al otro lado del teléfono se encuentra esa mujer que le dio vida. Él, entusiasmado, como si fuera el primer cumpleaños al que asiste dice: - Mamá, le hemos regalado a Pacheco un ordenador de juguete en el que se ven las “contemplaciones”.
Ella, extrañada por la aseveración de su zagal, le pregunta sin más: - ¿Qué contemplaciones…?
Él, con ese aire de suficiencia que tienen los niños de sietes años cuando saben de lo que están hablando, contesta convencido: … pues qué contemplaciones van a ser: la Osa Mayor, la Osa Menor,…
La R.A.E debería tener en cuenta que su diccionario no siempre dice la verdad. Cuando uno decide salir de noche y mirar al cielo, lo que realmente está haciendo es “contemplar” el firmamento. ¿Acaso alguien sale a “constelar” las estrellas?
Pues eso.
10 comentarios:
¡Qué precioso palabro de juego!
Me encantó! jeje qué salao!
un besito, Alelin
Existe por ahí un refrán que dice algo así: los niños y .....siempre dicen la verdad".
Ciertamente contemplamos.
GENIAL.
¡Qué bien me ha venido la sonrisa! ¡A ver si aprende la Academia a definir bien!
Contemplaciones...pues algo de magia lleva implícito...
Cierto, cierto, al igual que vamos al "dientista" y no al Odontólogo.
Un abrazo
A todos.- Es que ese chaval está en el medio de otros dos. Y en ese lugar duele la barriga, por arriba y por abajo... Y cuando duele la barriga uno despierta y dice lo que piensa, sin más.
Claro que sí ... hay que incluir esas palabras, más claro imposible.
Hache.- Bienvenida. Estás en tu casa.
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