Un año...








Sé que estás ahí detrás… pero asómate un poco más para que te vea.

2 comentarios:

alelo dijo...

El hombre caminó siempre solo. Y a su vera se arrimaron los altos y los bajos, las diestras y las siniestras, los que creían y los que nunca creerán. Por primera vez conjugamos el verbo libertad sin vigilancia paterna, materna o similar. Y crecimos. Y una tarde de verano él se fue. Otra vez solo, aunque esta vez sin equipaje que pudiera lastrar el viaje.

Anónimo dijo...

mmm

Publicar un comentario

 
subir