Ahora es tiempo de dar descanso a las palabras, de relajar la pluma y tapar el tintero para dedicar los esfuerzos a otras cosas, tal vez tan banales como ver crecer una flor o contemplar el vuelo de una mariposa, acaso tan intrascendentes como mirar por una ventana como pasa la tarde o beber agua fresca de una fuente en el camino, quizás tan fútiles como saberte detrás de un sueño o entenderte cuando me miras. Ahora es un adiós momentáneo porque sé que pronto volveré con nuevos bríos y aquellas otras historias que mi cabeza tenga a bien regalarme. Ahora es ayer y mi memoria, que no olvida, nunca olvida, jamás olvida, me trae de vuelta un niño con pantalón corto que juega a la peonza en medio de una calle sin aceras en una tarde que nunca se acaba, un adolescente que corre detrás de niñas que empiezan a gustarse y a gustarme o un joven sin frenos en los pies que busca desesperado inteligencia y diversión, aunque no en la misma proporción ni en el mismo orden. Y ese niño soy yo, pero también eres tú. Y ese adolescente soy tú, pero también eres yo. Y ese joven… de ese joven no me acuerdo porque en este momento he decidido que no me interesan ni el vértigo ni las sensaciones fuertes. Ahora es mañana y mañana ahora duele. Por eso voy a buscar esperanzas y alegrías porque me han dicho que existen, que se dejan coger sin esfuerzo, que es fácil hacerse con ellas, que quieren que alguien como yo las abrace y las quiera.
Si en estos días de primavera ven a alguien por el campo vestido de explorador que corre sin ton ni son tras el aire con un "cazamariposas"… no se asusten porque puedo ser yo. O tal vez seas tú, que no lo sé.
Si en estos días de primavera ven a alguien por el campo vestido de explorador que corre sin ton ni son tras el aire con un "cazamariposas"… no se asusten porque puedo ser yo. O tal vez seas tú, que no lo sé.
3 comentarios:
El adíos siempre es triste aunque se prometa un regreso.
Existe un tiempo para cada cosa. Tú decides ahora. Éste, de nuevo, es tu momento.
Entre ciudad, campo y playa, esperaré algún día tu regreso a El Camino.
Un beso
"Hoy es siempre todavía". Antonio Machado
A Camy .- No me voy a ninguna parte. Es la primavera que me saca a la calle y a lo mejor tardo un poco en volver.
A anónimo .- Y la vida empieza ahora. Como decía Horacio: Carpe diem quam minimum credula postero. Procuro seguirlo a rajatabla desde que tengo uso de razón, pero gracias.
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