Ad líbitum…


Hay un sitio para mí al fondo de la esperanza… Es un lugar escondido donde se alojan los buenos. ¿Quieres venir? Yo te llevo… Una calle donde el sol no vive de los recuerdos, una plaza en la memoria que nace cada mañana, un rincón en el que el aire se respira, siente y habla con la parte que más quiero. Es como un pequeño tramo de esa vida, - perdón, quise decir otra cosa - de esa dulce melodía que interpreto como quiero, donde el ritmo no se impone y la armonía es camelo, donde el autor ha dejado un hueco entre las "confusas", las "difusas", la redonda o la corchea y el compás que a mí me suena retumba entre lo que anhelo. Es un paraje tranquilo donde las letras se cantan, donde basta una palabra, una mísera palabra, y se conjuga otro cuento en el que la bruja mala, el lobo, el ogro y lo negro han salido de parranda y se han perdido lo bueno. Voy a ir a ese lugar que inventé en un desespero…

Hay un sitio para mí al fondo de ese futuro… ¿Quieres venir? Yo te llevo…

Suena Frank. My way…

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¡¡YO ME APUNTO!!!

PRECIOSO

pippi

Anónimo dijo...

Sigue aplicando el 'tempo' que tú consideres aprovechando el ritmo que te marque el día, no se te dá mal.

Por cierto, yo no voy que ya he estado, así dejo sitio para otr@s.

QR

José María JURADO dijo...

¡¡Qué Swing!!

alelo dijo...

Voy a montar una Big band donde cada cual toque lo que quiera y como quiera. Estáis todos invitados a participar. Sonido libre para volar...

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