- Usted me da una frase y yo le construyo un sueño… A veces me las arreglo con una sola palabra…
- ¿Cómo dice?
- Que si me cuenta qué le preocupa, qué le acongoja, en cinco minutos le invento una ilusión y se olvida del problema. Tenga en cuenta que llevo desde que tengo uso de razón haciéndolo. Fabrico sueños para los demás, ese es mi oficio. Hay gente, más de la que usted cree, que no sabe hacerlo, no sabe vivir. Y yo tengo esa virtud, caballero. Invento historias. Una cada cinco minutos. A veces, incluso, tardo menos en hacerlo. Después, como un buen sastre, tomo las medidas del paciente y se las adapto al cuerpo. Es muy importante saber el tipo y el tamaño que se necesita en cada ocasión… No hay dos personas iguales. Tampoco existen dos sueños iguales… Perdone que no me saque la mano del pecho pero el otro día me robaron la cartera…
- Ya, pero eso no vale para nada…
- No se equivoque. Lo más importante que se puede hacer es soñar, aunque sea mentira. Tener un sueño a mano siempre es un buen recurso para los afligidos. El mejor, me atrevería a decirle. Aunque uno sepa que después no se va a poder cumplir. Debe usted saber que muchos son imposibles, irrealizables, inabarcables... Soñar es gratis y mientras dura, cuando uno tiene un buen sueño preparado, la ilusión por él ciega otras muchas cosas feas. Por cierto, esa bata blanca no le sienta bien, debería cambiar su uniforme…
- ¿Cómo dice que se llama?
- Creí que se lo había dicho... Bonaparte. Napoleón Bonaparte.
Sé que he tardado un poco en volver, pero esta mañana, muy temprano, he tenido que ir a buscar el sol. A ver si acaso con la luz…
De fondo suena The boxer... Simón & Garfunkel... Lai la lai…
- ¿Cómo dice?
- Que si me cuenta qué le preocupa, qué le acongoja, en cinco minutos le invento una ilusión y se olvida del problema. Tenga en cuenta que llevo desde que tengo uso de razón haciéndolo. Fabrico sueños para los demás, ese es mi oficio. Hay gente, más de la que usted cree, que no sabe hacerlo, no sabe vivir. Y yo tengo esa virtud, caballero. Invento historias. Una cada cinco minutos. A veces, incluso, tardo menos en hacerlo. Después, como un buen sastre, tomo las medidas del paciente y se las adapto al cuerpo. Es muy importante saber el tipo y el tamaño que se necesita en cada ocasión… No hay dos personas iguales. Tampoco existen dos sueños iguales… Perdone que no me saque la mano del pecho pero el otro día me robaron la cartera…
- Ya, pero eso no vale para nada…
- No se equivoque. Lo más importante que se puede hacer es soñar, aunque sea mentira. Tener un sueño a mano siempre es un buen recurso para los afligidos. El mejor, me atrevería a decirle. Aunque uno sepa que después no se va a poder cumplir. Debe usted saber que muchos son imposibles, irrealizables, inabarcables... Soñar es gratis y mientras dura, cuando uno tiene un buen sueño preparado, la ilusión por él ciega otras muchas cosas feas. Por cierto, esa bata blanca no le sienta bien, debería cambiar su uniforme…
- ¿Cómo dice que se llama?
- Creí que se lo había dicho... Bonaparte. Napoleón Bonaparte.
Sé que he tardado un poco en volver, pero esta mañana, muy temprano, he tenido que ir a buscar el sol. A ver si acaso con la luz…
De fondo suena The boxer... Simón & Garfunkel... Lai la lai…
2 comentarios:
Napoleón, inventor de sueños.
Un fuerte abrazo. Amigo.
Ahora también necesito un Reparador de Sueños, pero ya vendrá. Otro grande para ti.
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