Tengo dos libros del desasosiego de un tal Pessoa. Dos empresas editoriales diferentes. Dos traducciones distintas. Dos traductores distantes. Leo un pequeño fragmento de Carta para no enviar:
1.- La amo como al poniente o al claro de luna, con el deseo de que el momento permanezca, pero sin que sea mía en él más que la sensación de tenerlo.
2.- La amo como al ocaso o a la luz de la luna, con el deseo de que ese instante permanezca, pero sin que sea mío en él nada más que la sensación de haberlo vivido.
Me quedo con la segunda. No sé si el traductor era mejor. No sé si tradujo literalmente lo escrito. No sé si tengo capacidad para juzgar…
Sé que me gusta más por lo que dice, o lo que no dice, o lo que no sé si dice. Creo que recogió mejor lo que el alma contó al escritor en Lisboa hace ya...
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