Rarezas rutinarias.


¡Qué extraña es la ciudad que recorro antes de tiempo! Y es que ese lugar no es mi ciudad diez minutos atrás… Se mueve de otra manera, se gira para otro lado, no la reconozco… Sus gentes son otras gentes, su vida no es mi vida. Ni yo, siquiera, creo ser yo…

Y es que diez minutos antes... esa niña no va al Cole porque el Cole no está abierto; ese hombre no tiene la prisa que tendrá luego, cuando llegue tarde; esa señora no espera impaciente en la rotonda la llegada de ese alguien que la recoge a destiempo cada mañana… Todo es tan distinto, todo es tan distante, todo es diferente… sólo diez minutos antes.

Decidido: ¡Mañana vuelvo a trabajar a la hora de siempre!

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