Tus años


Si fuera diez años más joven, qué feliz
y qué descaminado el tono de decir:
cada palabra desatando un temporal
y enloqueciendo la etiqueta ocasional.
Los años son, pues, mi mordaza, oh mujer;
sé demasiado me convierto en mi saber…



Desde el tardío lugar en el que habito, repaso con vértigo algunas efemérides del año en que nací: Radio Requeté de Navarra prohibió las canciones de unos peludos, gritones y desarrapados Beatles y los españoles asistían, en el mismo día, a la misma hora (y ya durante diez años ininterrumpidos), a la visión en blanco y negro de Bonanza con el bueno de Ben Cartwright y sus hijos en La Ponderosa; Cantaban el Juanita Banana mientras contemplaban impresionados cómo Jackie Kennedy acortaba por primera vez su falda por encima de las rodillas y los hippies llegaban de la mano del LSD, la heroína y otras barbaridades montados en un novísimo Seat 850.


Ha pasado el tiempo y tú ¿te preocupas? Tu naciste moderna, democrática y libre. Con tu llegada indultaron al temido Lute, verdadero ejemplo de terror para los niños de mi generación y de reinserción penal nacional para los que vinisteis después, aprobaron el divorcio mientras emitían en los cines En busca del arca perdida, Los Secretos inventaron su Déjame y los de Tequila salían de casa con la sonrisa puesta, contentos de verdad, gritando “salta, salta conmigo” mientras un tal Tejero fracasaba y nos hacía a los españoles más fuertes.


Ahora estás dónde querría estar yo algunas veces. Tus años son mi envidia. Tus años insultan juventud por todos los poros de tu piel. Tus años son el recorrido que un día hice yo también. Y volvería a hacer una y otra vez. Tus años están justo en aquel lugar en el que uno deja de correr para empezar a disfrutar del camino, un camino más serio, quizás más recto, pero seguro más provechoso.


No mires atrás. Nunca mires atrás. Adelante, siempre adelante. Disfruta del paisaje. Sobre todo porque si no miras el camino te vas a caer. Y eso hace daño. A veces hasta duele.



Posdata: No te preocupes por haber perdido la "tarjeta joven", siempre habrá un banco que desinteresadamente te ofrecerá una nueva que se llama VISA y hace unos agujeros maravillosos cuando uno no se da cuenta.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Se me hizo duro afrontar los 25... pero a todo se acostumbra uno, jeje.

Hay fechas en las que parece obligado mirar atrás, sobre todo cuando tiempo antes ya habías planeado cómo sería tu vida en ese momento, es entonces cuando te das cuenta de que no se parece en nada a lo que habías imaginado; piensas que quizás te perdiste en el camino o que quizás tomaste la dirección equivocada... ésto sólo me lleva a una conclusión: dejaré de perder el tiempo en planear mi futuro, por lo menos lo intentaré.

... Empieza lo serio, lo dificil, pero supongo que son los pasos que realmente te hacen sentir bien contigo mismo.

Miraré hacia adelante, pero no a lo lejos, que se ve mucho camino y me canso sólo de pensar todo lo que me queda por andar je!

besinos

Anónimo dijo...

creo que cada día leeré esto para convencerme de lo que dice.
Por cierto, yo no era la de la Madrila, salao.

Anónimo dijo...

creo que cada día leeré esto para convencerme de lo que dice.
Por cierto, yo no era la de la Madrila, salao.

Publicar un comentario

 
subir