Nunca he ocultado que creo en las personas antes que en las ideas y que la lucha de idearios entre la España azul y la roja carece de sentido en el tiempo en que vivimos, sin que eso impida mi convencimiento sobre una realidad: Todo el mundo tiene derecho a saber dónde están sus muertos y a recuperarlos. Creo que la Democracia actual hizo de tripas corazón y cerró una página triste de nuestra historia y consiguió que todas las ideas, renunciando cada partido político a una parte, fueran aglutinadas en un solo convencimiento: Podemos vivir todos juntos, pensemos como pensemos.
La periodista María Antonia Iglesias en su libro “Maestros de la República” dedica un capítulo entero (páginas 299 a la 342) al maestro de Jaraíz de la Vera (Cáceres) Don Severiano Nuñez García, fusilado por “rojo” junto a las tapias del cementerio de Plasencia en el año 36.
En la página 309 dice que el alcalde de Jaraiz, Miguel Sanguino, envió el día 5 de septiembre de 1936 un escrito a la superioridad dando cuenta de los “idearios” de los maestros del pueblo. Y entre ellos, en cuarto lugar, aparece un tal Sixto Moreno Moreno, “francamente izquierdista”. Se añade en el libro que destituyeron a los tres primeros (uno “comunista” y otros dos también “francamente izquierdistas”) y que el Sr. Moreno se encontraba “pendiente de lo que la superioridad considerara procedente hacer con él”. Termina el comentario con la siguiente frase: “Continuó en su puesto adhiriéndose al movimiento”.
No es cierto. ¡Mentira! ¡Falso! Ese señor era mi bisabuelo y fue depurado junto a su mujer María del Pilar Albalá García, también maestra, por sus ideas, por ser rojos y republicanos.
Entre las páginas 220 y 221 aparece un dossier fotográfico de la época referida. En una de ellas aparecen dos maestros con un grupo de niños en la que se reseña que “el fusilado se fotografía con un grupo de niños y otro maestro…” Ese otro maestro era Sixto Moreno, pero a la escritora parece que no le interesa referenciar su nombre porque ese otro maestro se había “adherido al movimiento”. ¡Falso!
Por esas cosas que a veces tiene la vida llega hasta mis manos otro libro - en principio libre de sospechas porque ha sido editado por la Asamblea “socialista” de Extremadura y prologado por el que fuera su presidente Don Federico Suárez - cuyo autor es Indalecio Carrasco Domínguez titulado “Nuestra escuela en la República”. En él también se habla sobre el fusilamiento de Severiano Nuñez. Y de Don Sixto Moreno Moreno. Y de Dña Pilar Albalá García.
Dice el autor: “Maria Antonia Iglesias relata en su libro que el alcalde de Jaraiz envió los informes de las ideas políticas de los maestros al comandante de puesto militar de Plasencia y al Rector de Salamanca (que era entonces un tal Miguel de Unamuno - esto lo añado yo -). Por ello, los tres maestros que figuraban en ese informe fueron destituidos y con referencia a Don Sixto Moreno, continuaría en su puesto si se adhería al Movimiento”.
Si se adhería, querida María Antonia, si se adhería… pero no se adhirió y llegó su lógica depuración. Prueba de ello es lo que continúa detallando el autor del libro: “Quiero recordar muy significativamente a Don Sixto Moreno Moreno, natural de Casillas de Coria, nacido en el año 1880. Estudió Bachiller y Magisterio en Cáceres, obtuvo el título de maestro en el año 1912, firmado por el Rector de la Universidad de Salamanca Don Miguel de Unamuno, y por el Ministro de Instrucción Pública. Contrajo matrimonio con Dña Pilar Albalá García, natural de Moraleja y estudió en la Escuela Normal de Cáceres. Con fecha 6 de octubre de 1899 consiguió los estudios de enseñananza primaria. (…)
(…) Don Sixto y su esposa fueron depurados y esta última cesó en la Escuela Nacional de Navalperal de Pinares (Ávila), con suspensión de empleo y sueldo por orden de la Comisión de Cultura y enseñanza de la Junta Técnica del Estado de 23 de junio de 1937. En el Boletín Oficial de 4 de octubre de 1937 se resuelve que sea repuesta en su cargo con traslado a otra escuela dentro de la provincia, con inhabilitación para cargo directivo y de confianza, y teniendo que asistir al Cursillo de Orientación y Perfeccionamiento realizado en Ávila el 1 de septiembre de 1939. Doña Pilar no guardó nunca rencor a sus acusadores pues decía que “no hay buenos ni malos, sólo hay buenos y equivocados”. Posiblemente a Doña Pilar la depuraran por aviso del alcalde franquista de la localidad donde estaba destinada. Resulta destacable el hecho de que un día se presentó el alcalde en su escuela para que la maestra retirara la bandera republicana y ésta la retiró, pero la bandera continuó en su clase como cortina”.
En el blog de un amigo he leído que asistió a la presentación del libro de Indalecio Carrasco y que María Antonia y él no son iguales… ¡Claro!, pienso yo, ¡María Antonia, o el que escribe en su libro, miente y no coteja los datos que le ofrecen!, algo que sí hace Indalecio Carrasco, un escritor mucho más humilde pero que acude a los Boletines Oficiales de la época para contrastar lo que le dicen sus fuentes.
Mi abuelo, el hijo de ambos, también fue depurado años después por el aparato franquista. Fue expulsado de su trabajo como Letrado del Ministerio de Trabajo durante ocho largos años. No deja de ser curioso que los mismos que consiguieran su expulsión luego se encargaron de su rehabilitación y de otorgarle, por gracia del Caudillo de España, la Medalla al Mérito en el trabajo.
Y es que a veces no parecemos darnos cuenta de las cosas más simples : La sangre puede ser roja pero las venas son azules. Y la una sin las otras no son nada. Y viceversa.
14 comentarios:
Que yo lo que digo es... ¿por qué escribes "depuración" cuando la palabra es "asesinato"?
No, no me digas que así se le denominaba: las palabras hacen mucho daño: observa, si no, lo de "armas de destrucción masiva" y "unidad de España", que todavía estoy intentando averiguar qué son...
En mi pueblo, depurar, lo que es depurar, se depura el agua...
No. Había dos opciones. El fusilamiento era la primera (y la más habitual en los dos bandos) y la depuración la segunda (lógicamente solo aplicada por los vencedores, los otros no podían).
Depurar, en el sentido de la guerra civil, significa que te apartaban de tu puesto de trabajo, de tu familia, te humillaban ante tus vecinos, te desterraban, te señalaban, te colgaban carteles en la espalda, etc... pero no te mataban.
Esa depuración, en muchas ocasiones fue temporal. Uno, dos, diez años... Después te dejaban volver a tu puesto de trabajo, pero casi nunca en el mismo lugar.
Anda, coño: pues, sinceramente, todas las veces que la he leído, he pensado que depurar era como desaparecer a alguien... Pero vamos: lo mismo digo: cambiemos depuración por tortura. Porque eso es tortura, digo yo.
Gracias, guapo: ya no tendré más confusiones con esto...
Eran las dos cosas: desaparición y torturas. Te hacían desaparecer de la vida pública (trabajo, vecinos, etc) como tortura y degradación moral y personal.
Me has emocionado, Alelo querido, con esto sí, con las mariconadas no. Pero a quién se le ocurre hacerle caso a la señora ésta que se escapó de la peli de Poltergeist si tiene menos credibilidad que Ana Rosa Quintana.
Desconozco el asunto que exponemos y no he leído los libros que citas. Vaya eso por delante.
Solo diré que en todas y cada una de las veces que he escuchado a Mª Antonia Iglesias he sentido que la guiaba más imponer sus ideas que la verdad.
Y digo sentido, no otra cosa. Sentido su nula atención a los otros contertulios, su incapacidad para rebatir argumentos que eran contrarios a sus ideas, su permanente cara de úlcera de estómago, su desprecio por lo que no comparte....
No la conozco más que de sus apariciones televisivas. Y de solo ellas opino. Pero sin otro factor en pro o en contra, me genera una sensación desagradabilísima.
Por otro lado, cuando se trata de algo tan monstruoso como una guerra civil, es exigible la más absoluta precisión. Por respeto a todos los muertos. Por poner de nuestra parte todo lo posible para que no se repita. Porque en España hemos tenido cuatro guerras civiles en poco más de un siglo.
Incluyendo nuestras opiniones. Ni valen "gracietas", ni aducir desconocimientos terminológicos. Cuando se opina sobre tiempos de sangre, antes hay que destrozarse todas las neuronas aprendiendo y contrastando.
Y si no, primero preguntar con humildad.
Alelo, me ha gustado muchísimo tu entrada y tu reivindicación del buen nombre de tus bisabuelos. Soy de las que reivindican la memoria histórica, una memoria histórica lo más objetiva posible.
No fueron "arrepentidos" ni traidores a su causa. Y, muchísimo menos, delatores(un rumor que, según parece, los vencedores gustaban de esparcir sobre aquellos a los que "perdonaban" la vida. Furon víctimas a las que no se les aplicó el castigo capital, pero no por ello resultaron indemnes.
En la postguerra los "depurados" pasaron muchas zozobras y vivieron bajo constante temor. Un tío-abuelo mío estuvo varios años en el penal de Mahón por ser oficial de la marina republicana, y salió de allí con una enfermedad crónica de la que ya no se recuperó. Le incautaron todos sus bienes. Mientras duró su cautiverio, su familia tuvo que sobrevivir gracias a que su mujer se puso a vender telas de pueblo en pueblo. Cuando salió, intentó dar clases particulares de matemáticas y física, y se lo prohibieron tajantemente, por miedo a sus ideas "disolventes". Terminó sus días haciendo de acomodador en un cine. Su pasado se convirtió en un secreto deshonroso, del que no se podía hablar, por miedo a las represalias. Aún así, parece ser que de cuando en cuando se escondía en un cuartucho para escuchar "Radio París" y "Radio España Independiente", con gran disgusto por parte de su esposa.
Y en cuanto a los que aún tuvieron peor suerte, los que perdieron la vida, yo siento tristeza y horror porque siguen olvidados en las cunetas y junto a las tapias de los cementerios. Se les ha aplicado una infamia doble: primero, la muerte; luego, la desmemoria y la vergüenza, porque vergüenza es que no nos atrevamos a recuperar sus cuerpos, rehabilitar sus nombres, honrar lo que representaron.
En cuanto a las víctimas del otro bando, fueron igual de víctimas y sus muertes fueron igual de injustas. Pero al menos, sus familiares tuvieron el consuelo del reconocimiento público (aún hoy los nombres de muchos de ellos están inscritos en placas conmemorativas situadas en las puertas de las iglesias y en otros lugares). Fueron héroes y mártires, no villanos o "perros" enterrados en los vertederos.
Este país llora por las víctimas del holocausto y les rinde respeto (yo también les lloro y les respeto), pero olvida que muchos de los suyos sufren un holocausto doble, porque a la muerte se suma el olvido.
Viva la República de tus bisabuelos, muera la de Maria Antonia Quema Iglesias.
¿¿¿Me dejas debatirlo alelo??? Pero a mi modus operandi. jijiji
Es que me se está empezando a chisporrotear el cerebelium y eso no es bueno porque me se empiezan a subir los triglicéridos y la gota y eso es malo que me lo ha dicho la endocrina, que paz y sosiego y nada de plumas ni de estrés.
Oye el que firma como "excusao" me dan como una especie de pálpitos raros, pero en fin la biodiversidad es la biodiversidad.
"Por cierto ¿alguien ha quemado alguna iglesia? es que me huele a quemao y no se quién ha sido"
Un saludo
Tócate los huevos lo que hay que leer. Desde luego que la biodiversidad es la biodiversidad. He dicho.
Por cierto, soy mujer. Y el nick es "unaexcusa". Vamos, por lo de la mínima norma de educación que se llama respeto.
Quédate con tus pálpitos y cuidado, no te vaya a dar un vahído.
A Pompeyo.- Gracias. Sé que debajo del caparazón vive en ti un ser con mucho sentimiento, aunque todavía no te hayas dado cuenta.
A Turulato.- De acuerdo contigo tanto en lo de María Antonia como en lo de la precisión y el respeto a los muertos. No se puede despreciar a los demás para ensalzar a uno sólo. Cada uno vivió lo suyo. Y no fue agradable.
A Luc, Tupp and Cool.- “Fueron víctimas a los que perdonaban la vida” como tú dices. Y sí, fueron muchas veces delatores, pero sólo a los ojos de los demás y a los ojos de los del aparato del régimen.
A José María Jurado.- Yo también te quiero.
A anónimo GENTE BIEN.- Lo tuyo no tiene cura. A ver si aprendes a leer, pero léelo todo. Inténtalo por lo menos. A ver si eres capaz de distinguir - como en Barrio Sésamo, para que te hagas una idea – entre arriba y abajo, delante y detrás o tema serio y tema en broma.
A unaexcusa.- No tengas en cuenta las palabras de GENTE BIEN porque en el fondo no es mala persona, pero le dieron una “pedrá” en la cabeza cuando era pequeño. Sólo tiene un problema y es que lee longitudinalmente y no se entera de nada. Cada uno tenemos un troll y éste es mi troll de cabecera. Qué le vamos a hacer. Es un daño colateral que sufro por creer antes en las personas que en las ideas.
A todos.- Este fin de semana he estado hablando con familiares sobre mi abuelo y mis bisabuelos y seguiré contando la República y la Guerra. A mi manera, eso sí, que es la única que conozco. Tuve familia en los dos bandos...
A Pompeyo.- Gracias. Sé que debajo del caparazón vive en ti un ser con mucho sentimiento, aunque todavía no te hayas dado cuenta.
Vamos a ver, Alelo querido:
Yo no tengo caparazón, como tú bien sabes, se me ha caído.
Yo no tengo sentimientos ni puñetera falta que me hacen.
Yo no estoy preñado, por ende, no vive en mí ningún ser.
Y de lo único que me he dado cuenta es de que has vuelto al mariconismo sentimentaloide con esta respuesta, por lo que me las piro hasta que vuelvas a contarnos la república según Alelo que me interesa más, porque este puntito ucedeo que te marcas, a mí, al tuerto, a Pompeyo sin apellidos, no se lo cuelas. Así es que, andando y escribiendo, que son gerundios, no de Campazas, pero gerundios, y úrgete en contarnos la guerra, la república, las dictaduras de antes y de después, la traición a Viriato según tus antepasados y la España zapatera según tú mismo, que a eso no te vas a atrever, campeón.
¿Ves como sí tienes sentimientos? Juasss.
Soy nieto de Pilar Albalá y Sixto Moreno e hijo de Mario Moreno Albalá. Hoy precisamente he estado de charla con Indalecio Carrasco y tiene en prensa un nuevo libro sobre la república y otro a punto de terminar en el que toca de manera especial la memoria de mi padre. Gracias Indalecio.
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