El meme y el memo



No me gustan. Dice el individuo que me ha nominado que hasta ahora él había intentado esquivarlos. Yo hasta que él me ha propuesto lo había conseguido. Y digo que no me gustan porque en ningún momento identifico en el blog a la persona que escribe las palabras públicas y al hacer un meme siempre tienes que descubrir algo del que está detrás de la bitacora, que en este caso soy yo. Elegí el anonimato y en la red soy alelo, sin más. Así quiero seguir (excepto para raras excepciones). Pero a ese individuo no le puedo negar lo que pide porque es de esas personas que aún habiendo tenido con él encuentros esporádicos parece que lo conociera de toda la vida y desde el primer momento lo adopté como amigo. Supongo que a él le paso algo parecido. O no. Yo qué se.

Me pide que diga en público cinco rarezas, cinco cosas extrañas que me identifiquen, que destaquen sobre las demás. Y yo digo que eso es imposible. No tengo ni una sola rareza. Estoy convencido de que los raros son los demás (más o menos como el que va por la autovía en dirección contraria y cree que los demás son los que circulan mal). Aún así lo voy a intentar.

Ahí voy:

1.- Soy extremadamente protector. Los míos, familiares y amigos, son lo primero. Con razones o sin ellas. Y lo peor es lo segundo, cuando no hay motivos para la defensa, porque sigo en mis trece e invento lo que sea para tener razón. Si hay que defender a uno de los tuyos siempre tengo razón. Y eso a veces no puede ser bueno, creo.

2.- Nunca tiro nada. Salí de casa de la madre hace ya quince años. Todavía mantengo allí un cajón de artilugios y cachivaches que no “permito” sean tirados a la basura. Guardo alguna camisa y algún pantalón de cuando tenía 17 años, pero soy incapaz de tirarlos o reconocer que ya no me están bien. Los calzoncillos de la suerte, para mi desgracia, fueron hechos trizas en los primeros días de convivencia marital. Todavía los recuerdo con cariño y emoción.

3.- Soy obsesivamente ordenado para según qué cosas. Los libros rectos. Los cuadros también. Cada cosa en su sitio. Mi mesa de trabajo tiene que estar siempre vacía, en ella sólo puede estar lo que en ese momento me traiga entre manos. Los bolígrafos en el bote. Los expedientes en su sitio. Y sin embargo siempre tengo, tanto en el trabajo como en casa, un cajón o un departamento del armario con la puerta cerrada para que no se vea por terceros, absolutamente desordenado, lleno hasta arriba de cosas que no sé para qué valen pero que por los motivos apuntados en el artículo segundo del presente meme conservo como un tesoro.

4.- No aguanto que toquen mis cosas, ni que las descoloquen, ni que intervengan en ellas. Si alguien interviene en mi “pequeño mundo” me cabreo. Si yo no ordeno la vida de los demás – esto tiene pinta de ser una mentira de las gordas pero hay que dramatizar un poco para dar emoción a esto - ¿por qué tienen que ordenar la mía?

5.- Tengo un carácter muy fuerte durante diez minutos. Cuando me enfado, los que me conocen, esperan ese tiempo de forma prudente porque las réplicas pueden ser descomunales. A mi favor, diré que en el minuto once se me ha olvidado todo, incluso por qué me enfadé. Y eso a veces me “jode” todavía más. Y me vuelvo a cabrear, pero esta vez no sé por qué. No hay nada peor que estar cabreado sin ningún motivo. Bueno, sí hay muchas cosas peores pero a mí la que me fastidia es esa.

Acabo de descubrir que tengo muchas más rarezas, pero como sólo me piden cinco…

Y voy a romper las reglas del meme, por puro egoísmo. No voy a nominar a nadie porque entonces, mañana, pasado o al otro… volverán a proponerme a mí para otro… Y como soy como soy… tendré que hacerlo. Así que…. con Dios.

Bueno sí, voy a proponer a Ricardo Arrecife, él dice que se llama de otra manera pero la red es así y al final te acaban llamando por el apellido del blog, porque sé que estas cosas le gustan. Y si no le gustan que se aguante como yo.


POSDATA.- Las cinco rarezas pueden ser una mentira como un castillo de grandes. El autor siempre se describe menos malo de lo que es y raramente, excepto cuando se mira en el espejo, se ve mal. Y yo no voy a ser una excepción. Así que como en las paredes en las que no se pueden pegar carteles: Se hace responsable a la empresa anunciadora.

5 comentarios:

alelo dijo...

¿Ves? Ahora las acabo de leer otra vez y... a lo peor son verdad.

Unknown dijo...

Joer vaya un marrón, con lo raro que yo soy, a ver como me quedo sólo con cinco. Prometo hacerlo.

Gracias por la visita Alelo, es siempre un placer.

Sonia dijo...

Te debía una visita y va y me cuelo cuando el meme. Me suscribo el 1 y el 5.
Un saludo

Turulato dijo...

¡El tres, el tres!. ¿Ha probado a ordenar los lápices recién afilados según su longitud?. ¿Y a disponer las revistas sobre la mesa de manera que cada una se apoye sobre la anterior y solo permita ver la primera letra de su portada?.
Una delicia...

alelo dijo...

Gracias por vuestra visita.

Turu tú estás peor que yo, que ya es decir.

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